26 de marzo de 2015
La crisis del virus del ébola en España ha puesto “en duda” la calidad ética existente en el país, según han asegurado diversos expertos durante el encuentro ‘La enfermedad del ébola en España: salud pública, ética y comunicación’, organizado por la Cátedra ASISA-Universidad Europea.
“Hemos llevado a cabo esta jornada porque nos parecía relevante abordar y evaluar, precisamente en estos momentos, desde tres puntos de vista diferentes, salud, ética y comunicación, lo acontecido en este tiempo”, ha afirmado la rectora de la Universidad Europea de Madrid, Águeda Benito.
Por su parte, el presidente de ASISA, Francisco Ivorra, ha destacado el nivel de los ponentes que han participado en la mesa redonda ya que, a su juicio, ha permitido a los asistentes obtener conclusiones “muy interesantes” para ser “más eficaces” en el tratamiento de crisis que conjugan aspectos sanitarios con una “importante” dimensión social.
En este sentido, el miembro de la Comisión de Arbritajes, Quejas y Deontología del Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas, Fernando González Urbaneja, ha analizado el papel de los medios de comunicación en la crisis del ébola.
“Lo que fue desde su punto de vista un desastre, y que ha propiciado en ocasiones información tremendista y desenfocada por parte de los medios”, ha sido la gestión informativa de esta crisis que ha llevado a cabo el Gobierno y la Consejería de Sanidad de Madrid. La rectificación de mediados de octubre, tras semanas y meses sin comunicación de algún tipo, evitó que fuera una mayor catástrofe, pero el daño quedó hecho. El error fundamental fue la improvisación, el olvido de los manuales más elementales de gestión de crisis: no hubo autoridad, ni procedimiento; los interlocutores fueron confusos, poco preparados y la estrategia informativa inexistente”, ha apostillado.
Por su parte, el director del Instituto de Ética Francisco Vallés de la Universidad Europea, Benjamín Herreros, ha destacado la necesidad de analizar “todo con tranquilidad” y de aprender que “no estamos solos en el mundo y que una muerte en África tiene tanto valor” como en Madrid.
“Ante una situación nueva y de riesgo sanitario, quienes tienen que liderar las acciones son los profesionales, y la política debe quedar en un segundo plano. La política no debe intentar capitalizar los éxitos ni tampoco hay que llevar al terreno de la confrontación política cada cosa que afecte a la esfera pública. En esto tienen responsabilidad los partidos políticos, pero también los medios de comunicación. Y por último, que el rigor y la serenidad deben ser prioritarios ante problemas de salud pública”, ha apostillado.
La perspectiva médica
Asimismo, el médico vicerrector de Cooperación al Desarrollo, Voluntariado y Relaciones Institucionales de la Universidad Rey Juan Carlos y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud, Ángel Gil, ha aseverado que España ya cuenta con los medios necesarios para enfrentarse a una crisis de esta magnitud.
Sin embargo, a su juicio, se ha hablado mucho de este virus por el “desconocimiento” del comportamiento de la enfermedad, la ausencia de tratamientos eficaces y su letalidad. “Es muy difícil afirmar si se podría haber evitado el contagio pero tal vez hemos actuado al principio con cierta improvisación, la prueba está en que cuando se crea el comité de expertos y se difunde el protocolo de actuación todo ha sido diferente y hemos logrado un éxito muy importante en el control de la enfermedad”, ha recalcado.
Respecto a los tratamientos, Gil ha afirmado que se está en fase experimental aunque ha destacado el “gran trabajo” realizado por los profesionales sanitaropos.
“Idealmente los tratamientos tendrían que pasar las mismas fases que con el resto de enfermedades, pero hemos visto que no es así. Ante catástrofes y situaciones de emergencia, la investigación clínica en ocasiones no se hace conforme a los protocolos y normas aprobadas internacionalmente, y hay riesgo de que la investigación sea incorrecta éticamente. Conviene vigilar muy de cerca la investigación y los tratamientos experimentales en estos casos”, ha zanjado Herreros.